Biografía:
Miyazaki nació un 21 de agosto de 1962 en el Distrito de Nishitam, en Tokio. Su nacimiento prematuro le dejó con una deformidad en ambas manos, las cuales tenía fundidas con las muñecas, haciéndole necesario mover todo un antebrazo para poder rotar una mano. A la edad de 5 años, comenzó a sufrir bullying por parte de sus compañeros, quienes se burlaban de sus manos, por lo cual se aisló desde la Escuela Elemental de Itsukaichi.
Según compañeros y profesores de Miyazaki, era un chico
tranquilo, solitario e incapaz de hacer amigos. Solía escribir ensayos en donde
expresaba sus deseos de llevar una vida normal. Sin embargo, siempre terminaba
por echar la culpa a sus manos el no poder llevar tal vida. Finalmente, se
refugió en las historietas y en el manga, al que leía casi compulsivamente
hasta altas horas de la noche.
Miyazaki era un joven inteligente y llegó a alcanzar la
calificación más alta entre los niños que dieron el examen de ingreso a la
Escuela Secundaria Meidai Nakano. Sin embargo, posteriormente,
sus calificaciones comenzaron a caer y su interés en el estudio decayó, por lo
que en vez de dedicarse a estudiar se avocó a dibujar manga.
Debido a su alto conocimiento del idioma inglés, planeaba
ingresar a la Universidad de Meiji, pero tras dar su ingreso, quedó entre los
últimos puestos de postulantes, por lo que desistió de la Universidad y comenzó
a estudiar fotografía para luego graduarse, en 1983, como técnico en
fotografía. Esto le garantizó el ingreso a una imprenta de un conocido de su
padre.
A mediados de la década de 1980, Miyazaki se mudó a la casa
de sus padres y compartió una habitación con su hermana mayor, cerca de la
imprenta de su padre. La familia de Miyazaki era muy influyente en Itsukaichi,
y su padre era dueño de un periódico de distribución local.
Sin embargo, el estatus de su familia no influyó mucho en Miyazaki quien parecía precipitarse dentro de sus problemas y fantasías, que ya habitaban en él. Poco después, Miyazaki recibió de regalo un coche. Al ser arrestado, dijo que sus padres reemplazaban el amor por cosas materiales y que ellos «no hubieran escuchado sus problemas, lo habrían ignorado». También confesó que en esa época comenzó a contemplar la idea del suicidio.
En cuanto a sus relaciones familiares, sus dos hermanas
menores lo rechazaban, mientras que su abuelo Shokichi era el único que parecía
poner interés en él. Al mismo tiempo, su sexualidad comenzaba a florecer.
Evitaba el contacto con mujeres de su edad porque se sentía «sexualmente
inferior». De acuerdo a un compañero de secundaria, Miyazaki padecía de un
complejo de pene pequeño que le impedía entablar una relación con una mujer
adulta.
En cuanto a sus relaciones familiares, sus dos hermanas
menores lo rechazaban, mientras que su abuelo Shokichi era el único que parecía
poner interés en él. Al mismo tiempo, su sexualidad comenzaba a florecer.
Evitaba el contacto con mujeres de su edad porque se sentía «sexualmente
inferior». De acuerdo a un compañero de secundaria, Miyazaki padecía de un
complejo de pene pequeño que le impedía entablar una relación con una mujer
adulta.
Sin embargo, su apetito sexual era elevado, a tal punto,
que aprovechaba los partidos de tenis de la Universidad para fotografiar las
entrepiernas de las jugadoras para utilizar luego dichas fotografías con fines
meramente onanistas. En 1984, cansado de consumir pornografía para adultos,
comenzó a consumir pornografía infantil.
En mayo de 1988, un hecho trascendental ocurriría en la
vida de Miyazaki. Su abuelo, la única persona con quien él sentía afinidad,
falleció. Luego de ser cremado, Miyazaki consumió parte de las cenizas en un
impulso por «retener una parte de él» consigo.
En la tarde del 22 de agosto de 1988, Mary Konno, de cuatro
años de edad desapareció luego de salir a jugar con una amiga. Tras no
encontrarla, su padre la reportó como desaparecida a la Policía de Saitama.
Mary Konno había sido engañada por Miyazaki, quién le ofreció un paseo en su
Nissan Langley negro.
Miyazaki condujo hacia el oeste de Tokio y detuvo el coche
debajo de un puente, en un sendero boscoso. Allí, Miyazaki se sentó junto a la
niña por media hora antes de asesinarla. Tras cometer el crimen, desnudó el
cuerpo y abuso sexualmente de él. Luego, tomó las ropas de la niña y regresó a
su coche.
El 3 de octubre de 1988, Miyazaki conducía con su coche por
una carretera de la Prefectura de Saitama cuando se topó con Masami Yoshizawa,
de 7 años de edad. Luego de convencer a la niña para dar un paseo, Miyazaki
condujo a la misma zona boscosa donde había asesinado a Mary Konno. Allí, y en
un arrebato asesino, atacó por detrás a la niña y la asesinó. Nuevamente, abusó
sexualmente del cuerpo, tomó las ropas y se escapó en su coche.
La Policía lanzó una búsqueda masiva para encontrarla al
tiempo que por altavoces alertaba a los padres de mantener controlados a sus
hijos. Sin embargo, la búsqueda fue infructuosa, y ni el cuerpo de Mary Konno
ni el de Masami Yoshizawa fueron encontrados.
El 12 de diciembre de 1988, Miyazaki asesinó nuevamente;
esta vez a una niña de cuatro años de edad de Kawagoe. La niña era Erika Namba,
quien regresaba de la casa de un amigo cuando Miyazaki la secuestró,
obligándola a subir al coche. Éste condujo hasta un aparcamiento en Naguri.
Allí, colocó a la niña en el asiento posterior del vehículo y la obligó a
desnudarse, tras lo que le tomó fotografías. Tras casi ser visto por un auto
que pasó por al lado de su coche, Miyazaki asesinó a la niña. Luego, ató al
cadáver de pies y manos, lo envolvió en una sábana y lo colocó en el baúl del
coche. Se deshizo de las ropas en un bosque cercano y colocó el cuerpo de la
niña en una zona boscosa cerca del aparcamiento.
Al día siguiente, el cuerpo de la niña fue encontrado y
quinientos policías exploraron el bosque en busca de más pruebas. También, la
policía supo que tanto la familia de Mary Konno como de Erika Namba habían
estado recibiendo llamadas extrañas en el teléfono, así como cartas que hacían
alusión al asesinato de las niñas.
El 6 de febrero de 1989, el padre de Mary Konno encontró
una caja en la puerta de su casa con restos cremados de la niña así como
prendas de ropa junto a un escrito que decía: «Mary. Huesos. Cremación.
Investigar. Probar». Días después, el 11 de febrero, la policía recibió una
carta de tres páginas en las que un tal «Yoko Imada» confesaba el crimen de
Mary Konno. También se burlaba de la Policía y de las esperanzas que tenían los
padres de la pequeña de encontrarla con vida. Miyazaki seguiría perturbando a
los padres de Konno por mucho más tiempo.
En el verano de 1989, Miyazaki volvió a cometer un delito,
esta vez convenció a una niña de bajarse las bragas para poder fotografiarla,
pero cuando estaba en el proceso de tomar las fotografías, unos vecinos fueron
alertados y persiguieron a Miyazaki, quien logró escapar.
Sin embargo, su apetito sexual lo obligaría a volver el día
6 de junio de 1989 en un parque de Ariake cerca de la bahía de Tokio. Allí
encontró a Ayako Nomoto de cinco años de edad, a quien convenció de dejarse
tomar fotografías. Luego la convenció de subirse a su coche. Condujo unos
ochocientos metros y aparcó el coche, donde asesinó a la niña. Luego envolvió
el cuerpo en una sábana y lo colocó en el maletero del coche.
Miyazaki llevó el cuerpo a su apartamento, donde luego de
comprar una cámara nueva, fotografió al cuerpo de la niña en diferentes
posiciones. También tomó filmaciones del mismo mientras se masturbaba. Miyazaki
pasaría los próximos dos días con el cuerpo practicando necrofilia y filmando,
así como tomando fotografías.
Cuando el olor se hizo insoportable, Miyazaki decapitó el
cuerpo, le cortó las manos y el torso. Abandonó el torso en un cementerio y la
cabeza en una pradera mientras que conservó las manos, bebiendo la sangre y
comiendo parte de una de ellas. Temiendo que la policía encontrara los restos,
dos semanas después del crimen, Miyazaki volvió a recoger los restos, los
cuáles llevó a su habitación, donde los escondió hasta que decidió quemar todo
rastro. Desde las ropas hasta el mismo cadáver.
La policía, sin embargo, encontró el torso en el cementerio
y lanzó una cacería humana por el asesino. Miyazaki se vio frustrado, pero su
compulsión lo llevaría a intentar nuevamente y finalmente a su detención.
El 23 de julio de 1989, Miyazaki conducía por Hachioji
cuando vio a dos hermanas jugando. Detuvo el coche y les ofreció tomarles unas
fotografías. La hermana mayor corrió asustada y fue en busca de su padre.
Mientras tanto, Miyazaki desnudaba y fotografiaba a la niña más pequeña. Cuando
el padre de las niñas llegó al lugar, Miyazaki intentaba insertar un lente de
contacto dentro de la vagina de la pequeña. El hombre logró alcanzar a Miyazaki
y lo tiró al suelo, pero éste logró escapar, aunque sin el coche. Al regresar
más tarde para recuperarlo, agentes de policía lo esperaban. Miyazaki fue
detenido bajo el cargo de «obligar a una menor a cometer actos indecentes.
Diecisiete días luego de su arresto en 1989, Miyazaki
confesó el asesinato de Ayako Nomoto, cuyo cráneo fue hallado al día siguiente.
También confesó el asesinato de Erika Namba y de Mary Konno. Posteriormente, el
6 de septiembre de 1989, los restos de Masami Yoshizawa fueron encontrados en
una zona boscosa de Itsukaichi.
Luego del arresto, la policía allanó su apartamento, donde
encontraron más de 6.000 cintas de vídeo, entre los que se encontraban aquellos
en los que Miyazaki filmaba a sus víctimas. Pero la gran mayoría de los vídeos
eran de anime violento y del género gore como la serie Guinea Pig.
Debido a su gusto por el Manga y el Anime y también
ocasionado por la cobertura de los medios de comunicación referentes al tema,
Miyazaki recibió el apodo de El asesino Otaku, lo cual causó un pánico moral
entre la población estigmatizando a los fanáticos del manga y del anime con
ello y a la cultura Otaku la cual ya estaba bastante estigmatizada entre la
sociedad japonesa.
Después del encarcelamiento de su hijo, el padre de
Miyazaki, quien se rehusó a pagar la defensa legal, se suicidó arrojándose al
torrente de un río en 1994. Tiempo después, el propio Miyazaki envió una carta
a un periódico local donde decía que con el suicidio de su padre se sentía
«como nuevo».
Durante la década de 1990, Miyazaki permaneció encarcelado
mientras que la Prefectura de Saitama encargó su evaluación a una batería de
psiquiatras, llegando a la conclusión en 1997 por un equipo de psiquiatras de
la Universidad de Tokio de que Miyazaki sufría un desorden de personalidad
múltiple y una esquizofrenia extrema, aunque se mantenía enterado de la
gravedad y consecuencia de sus crímenes, y por tanto responsable por ellos.
Miyazaki fue sentenciado a pena de muerte en la horca poco
después de su captura, transcurriendo más de quince años antes de la aplicación
de la pena. Durante su encarcelamiento, intentó reducir su condena a cadena
perpetua, siendo todos los intentos infructuosos. También luchó porque se le
aplicase la inyección letal en vez de la horca, a la cual Miyazaki le temía profundamente.
Transcurrió sus años en prisión leyendo cómics, manga y mirando anime en el
pequeño televisor de su celda. El 17 de enero de 2006, la Suprema Corte de
Justicia mantuvo la sentencia original.
El 17 de junio de 2008, Miyazaki fue ejecutado. Se dice que
su ejecución fue en respuesta a la masacre de Akihabara.
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