El Asesino Otaku

Japón es uno de los países con los más bajos índices de violencia a nivel mundial. Los asesinos en serie o los crímenes violentos son algo muy raro en su sociedad y, sin embargo, no son menos atroces que los que se pueden observar en los Estados Unidos.

 

Muchas son las críticas que ha recibido la industria japonesa (principalmente la relacionada con la producción de Anime, Manga, videojuegos y películas), debido a su elevado contenido sexual y violento, siendo objeto de debates y censura en algunos países más conservadores, sobre todo porque este material va a parar a las manos de niños y adolescentes de todo el mundo.

 

Es así como algunos psicólogos y psiquiatras han embestido, con fuerza, en contra de este tipo de influencias, catalogándolas de dañinas y perjudiciales para la mente de los más jóvenes. Sin embargo, no todos los especialistas están de acuerdo con esta hipótesis. Muchos creen que este tipo de material, si bien puede resultar crudo o hasta grotesco, no es un elemento que necesariamente inocule una personalidad criminal o peligrosa.

 

El debate persiste, y muchos se han pronunciado al respecto ¿Es, realmente, un elemento criminógeno este tipo de material? De ser así, y si pensamos que es cierto ¿Por qué esta misma influencia parece ser más fuerte en algunas culturas?

 

Uno de los casos más populares de Japón, y el cual hace directa mención a lo anteriormente expuesto, es el de Tsutomu Miyazaki, conocido también como «El Asesino Otaku». Probablemente, Miyazaki sea recordado como uno de los más repulsivos asesinos de Japón; pero otro factor que lo hizo mediáticamente conocido fueron sus gustos por el Manga, el Anime y otras películas niponas de gran contenido sexual y violento, a las cuales se las indicó como directa influencia de su retorcido comportamiento.

 

Tsutomu Miyazaki nació el 21 de agosto de 1962, en el Distrito de Nishitama, Japón. El parto fue complejo, debido a que Tsutomu era un bebé prematuro, llegando a pesar a penas 2,2 kilogramos. Pero los problemas no quedaron allí, pues el pequeño nació con una deformidad en las muñecas que lo marcaría de por vida. Incapaz de doblar las manos hacia arriba, Tsutomu comenzó a notar que era diferente en sus primeros años de escuela, cuando sus compañeros de curso empezaron a burlarse de sus «manos divertidas».

 

A partir de ese momento, el chico comenzó a ocultar sus manos, pues le avergonzaban. Sus profesores lo calificaban de brillante; pero tímido e introvertido, incapaz de hacer amistades. También recalcaban que cada vez que no podía hacer un trabajo o realizar una tarea, se frustraba enormemente y culpaba a su discapacidad. Esta actitud la mantendría durante toda su vida.

 

Ya de adolescente, y sin amigos, se refugió en el mundo de los cómics. Podía leerlos durante horas, y él mismo intentó dibujar Manga, algo que le resultaba muy complejo por su condición. Era normal para Tsutomu quedarse hasta altas horas de la noche leyendo Manga o jugando [a] videojuegos, y su pieza estaba repleta de revistas y películas de Anime; pero eso no sería todo. Con los años, comenzó a evitar entrar al baño o los camerinos del colegio, pues algunos compañeros comenzaron a notar que el pene de Tsutomu era muy delgado y pequeño, llegándolo a comparar con un mondadientes.

 

Así, solo y humillado, el joven desarrolló un tremendo complejo de inferioridad. Jamás pudo compartir sus fantasías, gustos o inquietudes con amigos, por lo que se volvió un sujeto completamente antisocial, encontrando en las películas pornográficas su orientación sexual. El problema es que se aburrió al poco tiempo y comenzó a buscar material cada vez más fuerte y bizarro.

 

La serie de películas Guinea Pig es famosa dentro del género gore. La primera de estas cintas (Guinea Pig: The Devil’s Experiment, 1985) era tan cruda como polémica, pues en ella se retrataba (de forma muy realista) un video snuff, en el cual unos hombres secuestran y torturan a una chica de forma espantosa.

 

Causó tanta controversia, que el mismo FBI estuvo investigando sobre si dicha grabación era real o una simple película de bajo presupuesto. Más tarde aparecerían varias secuelas siguiendo la misma idea, todas dirigidas a un público morboso o que buscara impresionarse. Tsutomu logró adquirir varias de estas cintas, con las cuales empezó a experimentar sombrías fantasías sexuales.


Comentarios

Tsutomu Miyazaki-Asesino seriales

Tsutomu Miyazaki

Datos: